Nuestros emociones y pensamientos actúan en cada momento en nuestro día y casi todo de una manera inconsciente. Emociones siempre están vinculadas con experiencias del pasado y de la manera como lo hemos gestionado mentalmente.
Se puede decir, estos son programas/querencias que vienen de nuestras familias, la cultura en donde crecíamos y nuestro entorno en general. Habitualmente no se cuestiona estas costumbres y lo tomamos como una verdad. De este modo pensamos que enfermedades por ejemplo vienen por herencia. Si entendemos que nuestros pensamientos crean emociones, por lógica, si pienso igual como mi entorno y familia, genero los mismos síntomas.
Y ahora ¿cómo liberarme de estos programas?
- El primer paso pide concienciarse sobre su propia vida y tomar toda la responsabilidad sobre su creación. Esto nos da la fuerza de salir de programas de víctima.
- Nos tomamos el tiempo de ver cómo sería una vida, que realmente vale la pena de vivir. Donde hay sentido, plenitud, alegría y conciencia entre otros.
- En segundo plano entramos en acción de observar nuestros pensamientos que apoyan o bloquean mi visión. Observamos si estos pensamientos son verdad y/o lo que provocan en mí.
- La parte emocional se genera la capacidad de observar la emoción que sube. No rechazar la y tampoco tener preferencias. Esto significa libertad de no tener que reaccionar de una manera inconsciente. Si renunciamos al drama y dejamos la historia que acompaña la emoción atrás, nos encontramos solamente con la energía de la emoción. Esta la invitamos de estar (no la reprimimos), la observarnos y sentimos su energía pura, así se transforma de una manera natural.
- En el camino de esta práctica nos encontramos con capas y niveles más profundas que realmente tienen que ver con nosotros, como el silencio, la paz, la unión y la expansión.
Si te apetece profundizar más, te invitamos a venir a nuestro primer Módulo de “Masterclass Conciencia y Terapia” que imparte Sabine Schalk-Loginova.
Gracias querida Sabi y Gled. Por tan simple y bonita lección de vida….un enorme abrazo
Shima